VENEZUELA: ¿TERRITORIO LIBRE DE ANALFABETISMO?
En los últimos días no he escrito aquí por falta de tiempo, el poco que me queda lo aprovecho para descansar. Hoy no quiero dejar pasar el momento sin felicitar por su cumpleaños a mi querida amiga Maruja, aunque ya la felicité (de primera, a las 12 de la medianoche) ese mismo día (11 de Octubre)... Un abrazo Maru.
Mi escases de tiempo se debe a exceso de trabajo, de ese que llena el alma de esperanzas, de fe en que pronto saldremos de esta pesadilla que dice llamarse "Revolución". Así que cumplo con esa responsabilidad con mucha alegría y le pido a Dios mucha tolerancia y paciencia.
Dentro de esas responsabilidades que asumí, está la de visitar todos los Municipios de mi Estado. Llevamos mensajes motivadores a cada equipo de trabajo municipal, hablamos del Comando de Mujeres con Manuel Rosales y también informamos la manera de pertenecer al Voluntariado con Manuel Rosales.
Para pertenecer al Voluntariado con Manuel Rosales se debe llenar una planillita en la que se piden datos personales y electorales como: Nombres, cédula de identidad, fecha de nacimiento, dirección del domicilio, número telefónico, centro en el que vota, etc. Me he sorprendido muchísimo el día de ayer. Visitamos el Municipio Uribante y el Municipio García de Hevia y hubo un factor común en ambos lugares. Les explicamos cómo llenar la planilla del Voluntariado, observé con preocupación que ninguno comenzaba a llenarla. Me acerqué a una señora y le pregunté que porqué no llenaba la planilla. Ella me constestó apenada que NO SABÍA LEER NI ESCRIBIR. Le dije amablemente que no se preocupara, que yo le ayudaba, ella accedió gustosa. Cuál sería mi sorpresa cuando comencé a ver que tanto jóvenes, adultos y ancianos se acercaban a mi para que les hiciera el mismo favor; no eran todos, pero eran muchos. A algunos les daba verguenza admitir que eran analfabetas y solo me decían que no veían bien, o que no entendían cómo llenarla, otros lo decían abiertamente: NO SE LEER; pero de verdad no se sabían ni el número telefónico de sus hogares, me facilitaban sus cédulas para que yo misma las copiara. Algunos, con mucha dificultad, lograban firmar.
La tristeza me embargó, y pensé: Pero bueno, ¿la O.N.U no nos declaró país libre de analfabetismo?, ¿el gobierno no se llena la boca hablando del triunfo de la Misión Robinson?, ¿dondé está la Misión Robinson?, ¿de verdad enseñarían a alguien a leer y escribir?. Yo todavía no conozco a nadie que me haya dicho que aprendió en la Misión Robinson... Solo se que hay muchos jóvenes y adultos en el Estado Táchira que son Analfabetas.
Pero dentro de esta desgracia que significa el analfabetismo, hay una buena y hermosa noticia, todas esas personas quieren ser y ya son voluntarios con Manuel Rosales, mejor aún, ya son Voluntarios por la Patria. Me decían: "No importa, yo ayudo en lo que sea"; y yo pensaba: "ya están ayudando"... Les agradecí de corazón porque me enseñaron algo nuevo (aunque ellos no lo creerían)... Aprendí que no hay límites para amar la libertad, confirmé que no hay libro que enseñe a amar al País y que no hay letra que describa la pasión por Venezuela... Solo vale la voluntad.
Para esos queridos venezolanos "atrevidos" este escrito, aunque tal vez nunca lo lean y jamás se enteren lo mucho que ayer me enseñaron... Espero que Dios les retribuya este gran esfuerzo y nos de la oportunidad de pagarles la deuda de no habernos preocupado por ustedes.